GARA
Martin ANSO |GARA- DONOSTIA
Exactamente en qué medida propondrá la Diputación ampliar la protección de Praileaitz es algo aún pendiente de que finalicen determinados estudios, pero Aranburu ya adelantó ayer que, en su opinión, las zonas 2 y 4 establecidas por el decreto de Lakua deberían ser una, «lo que haría que el área efectiva de máxima protección pasara de 50 a 100 metros» (medidos desde cualquiera de las paredes de la cueva). En la actualidad, en la zona 2 prácticamente sólo están permitidas actividades forestales bajo estricto control, mientras que, en la 4, lo está también la extracción de piedra, aunque no mediante explosivos, sino por procedimientos mécánicos.
La solicitud foral de ampliar la protección se extenderá probablemente a la parte de la ladera más inmediata a la cueva, debido a que especialistas de la Universidad de Cantabria han detectado líneas de rotura en el macizo cárstico, algunas de las cuales atraviesan la cueva. «Estas líneas -dijo Aranburu- hacen que la cavidad pueda ser vulnerable; cualquier modificación de éstas, por ejemplo, su ampliación como consecuencia de las explosiones, puede influir en el aporte de agua y, por tanto, en la preservación de la cueva». Los especialistas recomiendan un estudio específico y, en función de los resultados, ampliar el área a proteger.
La actividad de la cantera segurá paralizada en la zona afectada por los estudios, como hasta ahora, y, en todo caso, controlada. En este sentido, técnicos forales aseguraron que, en los últimos meses, «sólo una o dos» voladuras se han realizado a 130 metros de la cueva y el resto, a más de 150. «No hay nada que indique que la cantera, desde que la controlamos, haya afectado a la cueva, aunque no sabemos lo que pudo suceder antes, cuando se realizaban voladuras más cerca y con más carga».
Tras la comparecencia -en la que los grupos junteros, sin apenas matices, se mostraron conformes con las explicaciones-, la diputada declaró ante los medios que «no estamos diciendo si la cantera tiene que cerrar o no, sino comprobando si la cueva cuenta con suficiente protección. Tenemos elementos que nos inducen a pensar que debería ampliarse. Si eso se ratifica o, como consecuencia de la Ley de Costas, la cantera termina cerrando es otra cuestión. Pero nosotros no tenemos esa potestad. Si me preguntarais `¿te gustaría que desapareciera y en su lugar hubiera un parque (paleolítico)?’, respondería que sí. Pero una cosa es lo que me gustaría y otra mi responsabilidad de actuar en función de mis competencias y basándome en criterios sustentados en estudios».
Los estudios realizados en los últimos meses han dado como resultado sorpresas agradables y también desagradables. Entre las primeras, el hallazgo de ocho cuevas, una de ellas, en la ladera de Astigarribia (con restos de interés paleontológico) y el resto, en torno a Praileaitz I, la cueva del chamán. La mayoría de estas últimas son de pequeño tamaño, pero una, bautizada Praileaitz V, tiene casi 20 metros de desarrollo y cuenta con una cámara de 4,5 metros de alto por 4,5 de ancho. Además, podría estar conectada con Praileaitz I. La valoración del potencial arqueológico de esta cueva (y de otras cuatro en las que aún no se han hecho sondeos) la realizará un equipo de la sociedad Aranzadi conjuntamente con una nueva campaña de excavaciones en Praileaitz I, cuyo inicio es inminente, según aseguraron ayer los técnicos de la Diputación. M.A.
Entre las sorpresas desagradables destaca el «grave problema» de corrosión detectado en el transcurso de los estudios de sedimentología realizados por especialistas de la UPV, problema que afecta incluso a algunas de las formaciones geológicas denominadas «banderas» que sirven de soporte a las pinturas del chamán. Por el momento, no se ha podido determinar si es un fenómeno natural o si se deriva de la explotación de la cantera. Para saber algo al respecto deberán realizarse análisis al menos durante un año. En ese tiempo se estudiará, asimismo, la posibilidad de que la causa de la corrosión sea de origen bacteriano. Es preciso conocer su origen para tratar de ponerle freno. Si, por el contrario, continuara, algunas de las pinturas podrían desaparecer en un período de tiempo relativamente corto, por ejemplo, en unos cien años. M.A.
Es una noticia relativamente buena, puesto que los informes que ha presentado la Diputación ante la Comisión de las Juntas Generales muestra la foto de la realidad actual, pero no debemos olvidar que antes de que la cueva fuera protegida por el Decreto 120/2007 del Gobierno Vasco, la explotación de la cantera había estado realizando voladuras de gran potencia a menos de 30 metros de la cueva y por lo tanto las grietas detectadas no son fruto de un terremoto ni cosa parecida sino de las propias voladuras.
Existen informes de octubre de 2006 donde se citaba la caida de tierra y filtraciones en el interior de la cueva, así que ahora los estudios confirman lo evidente. La cueva ahora está tocada o herida de muerte y ya sabemos quienes son los culpables. No querer ver ahora lo que ya estaba anunciado es hacer lo del avestruz, esconder la cabeza y lanzar balones fuera. La empresa está inmersa en un expediente de sanción y la asociación MNT ha presentado alegaciones exigiendo las sanciones pertinentes en su mayor grado. Todos los colectivos ciudadanos que pacificamente están defendiendo el entorno integral de la zona exigen que la empresa del grupo Amenabar responda por los daños causados, sin que puedan ahora salir indemnes de lo que han destrozado. La Ley 22/1988 de Costas y la Ley 3/1998 de Medioambiente deben aplicadas en este caso, con todas las consecuencias.
La señora Diputada de Cultura debe hablar mucho mas claro y dejar de marear la perdiz, porque la ladera de Praileaitz debe ser respetada integramente por su zona norte y oeste y también su zona sur, por afectar las voladuras a elementos vinculados al Camino de Santiago. La empresa Zeleta no ha dejado de actuar en la zona «por voluntad y entendimiento» sino por la denuncia del estropicio que ha estado haciendo con la pasividad de algunas administraciones públicas, porque la explotación de áridos en la zona es ILICITA y por encima de la permisidad del Decreto 120/2007 están las citadas leyes que han sido obviadas hasta ahora. La señora Diputada de Cultura debe tener amplias miras y no ver solo lo que ahora le interesa.
También el Ayuntamiento de Deba tiene mucho que decir, puesto que tiene competencias para ello, por ser una actividad clasificada, en función de los artículos 64 y 65 de la Ley 3/1998. Solo el mero hecho de pedir que se proteja únicamente otros 50 metros es una ridiculez, puesto que lo que se debe exigir es que la cantera migre de la zona de Sasiola y que arregle el daño causado. Visto lo visto ya no es hora ni tiempo de buscar componendas.
Praileaitz SOS
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