El agua salada marina corroe metales ferrosos y daña las pinturas de los buques, sin embargo ese mismo agua salada salva las pinturas de Praileaitz y su entorno patrimonial.
No ha sido la Consejera de Cultura, ni el Diputado General, ni la Diputada de Cultura, ni el Alcalde de Deba. No ha sido el Lehendakari del Gobierno Vasco, ni el Gobierno tripartito que lo sustenta. No ha sido ni la Consejera de Medio Ambiente, ni el Consejero de Industria. Ha sido el agua salada, su influencia costera la que ha salvado de la quema el yacimiento agredido por la empresa que explota el lugar minero. Ha sido el agua salada y la Ley que regula hasta donde llega su influencia: La Ley de Costas de hace 20 años. Ha sido también la pequeña aportación del colectivo Mutriku Natur Taldea (MNT) en su férrea labor de vigilancia de la naturaleza agredida y su PERSEVERANCIA en el tema.
Nada debemos a aquellos y si mucho a estos. Aquellos han actuado mal, sin dar la talla porque en el fondo son unos enanos, estos han actuado como ciudadanos sensibles. Ahora se les debe caer la cara de vergüenza a todos aquellos, si algo les queda.
Casi dos años han pasado desde que se hiciera pública la noticia del hallazgo de las pinturas, pero el agua salada las ha salvado. El agua salada de Deba es buena. Ha sido buena con Praileaitz y el objetivo se ha cumplido.
La Agencia Vasca del Agua ha resuelto: La empresa ha actuado irregularmente en la zona afectada por el agua salada y se le han corroído sus propios cimientos, amargándoles la existencia: Es sancionada y debe dejar la zona como la encontró, restaurándola y ya no puede trabajar en ella. El agua salada espanta a los fantasmas que se cernían sobre el patrimonio cultural. El agua salada cura heridas. Ahora se ha mostrado una nueva virtud del agua salada: Cuida pinturas rupestres, mucho mas que la Ley de Patrimonio Cultural Vasco.
Ya podemos dormir tranquilos todos los que hemos dedicado nuestro tiempo extralaboral a la defensa patrimonial de este bien de importancia mundial: la cueva de PRAILEAITZ I en Deba.
Praileaitz SOS
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