Ahora hemos conocido que la empresa explotadora de la cantera de Sasiola y que ha afectado al cercano yacimiento prehistórico de Praileaitz reclama cerca de 50 millones de euros por los daños que aducen, como si dispusieran de una patente de corso concedida o un cheque en blanco otorgado por el departamento de Minas del Gobierno Vasco. ¿ Entonces cuando vale toda la piedra caliza que se han llevado por la cara, en la zona de los 100 de anchura afectados por la Ley de Costas ? Un esperpento que de ser realidad y si los jueces que deben dictar sentencia caen en el juego significaria que la piedra caliza de Sasiola vale mas que el mármol de Carrara y que el Gobierno Vasco no ha hecho bien sus deberes, porque desde que a principios del año 2002 la empresa comenzase con la explotación en la zona prohibida de los 100 metros de servidumbre de la Ley de Costas hasta ahora no les ha obligado a RESTITUIR lo que ilícitamente se han llevado (devolución a la administración del beneficio obtenido, según la citada Ley). El Gobierno Vasco no les ha denunciado en este sentido, ha mirado para otro lado, la agencia URA omitió la restitución y solo obligó tímidamente a la reposición, además no consta que la empresa haya presentado nunca una nueva EIA de acuerdo con la obligación del artículo 50 de la Ley 3/1998 de Medioambiente. Actuaron a sabiendas de su omisión y fué la asociación MNT quien debió denunciar el hecho. Y entendemos que la empresa del grupo Amenabar no puede ahora legalmente reclamar nada hasta que no pague lo que ha sustraído de la zona, porque no tiene permiso de explotación ni nunca lo ha tenido en la zona afectada por la legislación sectorial diferente de la de la Ley de Minas. LA EMPRESA NO TIENE PATENTE DE CORSO SOBRE EL BIEN PUBLICO. Estamos indignados con esa actitud tan necia de las partes.
¿¿¿ Y ahora el Gobierno Vasco está dispuesto a pagar hasta 24,2 millones de euros ???
La empresa ha recurrido el Decreto del ámbito cultural dictado por el anterior gabinete de Ibarretxe, pero se omite que haya actuado en zona prohibida. Ahora que el tema se resume al coste de la actividad y una vez puestas las verdaderas cartas sobre la mesa el Gobierno Vasco debe denunciar sin demora a la empresa concesionaria para hacer las cuentas, puesto que son miles de toneladas (aprox. 5.000 Tm en cada voladura) las que ha extraído de la zona sin autorización legal, durante cerca de 8 años. Esta es la noticia que ha sido publicada en El Pais:
50 millones por proteger Praileaitz
La empresa que explota la cantera de Deba reclama al Gobierno una elevada indemnización por los daños que le causa el decreto que preserva la cueva
MIKEL ORMAZABAL – San Sebastián – 17/01/2011
La empresa Zeleta SL, concesionaria de la explotación de la cantera Sasiola, sita en Deba, ha exigido en los tribunales al Gobierno vasco el pago en metálico de una indemnización de 49,7 millones de euros por los daños que le causa el decreto de protección de la cueva de Praileaitz, en la que se descubrieron en 2006 unas pinturas rupestres que superan los 20.000 años de antigüedad. El citado decreto impide por el momento la actividad extractiva en un área de 50 metros alrededor de la gruta. El Ejecutivo considera «exagerada» la cantidad que se reclama, según su defensa, y estaría dispuesto a abonar un máximo de 24,2 millones.
El dinero que demanda Zeleta en los tribunales podría incrementarse si finalmente el Gobierno amplía hasta los 65 metros el perímetro de protección, como figura en la última propuesta de modificación del decreto, aún a falta de aprobación. El alcance económico de la ampliación se halla por cuantificar.
Un informe de los servicios jurídicos del Gobierno viene a reconocer que en este caso «concurre la responsabilidad patrimonial» de la Administración, ya que ha sido quien autorizó el proyecto de explotación de la cantera y la empresa tiene las licencias municipales en regla. «Con cada metro de más que protejamos se incrementará proporcionalmente una nueva reclamación de responsabilidad patrimonial», apuntó el año pasado en el Parlamento la consejera de Cultura, Blanca Urgell.
Hormigones Zeleta, una firma del grupo Amenabar, posee desde 2001 y por un periodo de 30 años los derechos de explotación de la cantera Sasiola, ubicada junto a Praileaitz. La cueva, descubierta en 1983, fue calificada por decreto en 2007, un año después de que se hallaran las pinturas, como bien cultural protegido con la categoría de monumento.
En el largo conflicto que acompaña a la protección de Praileaitz han acabado cruzándose los intereses económicos -la cantera- con los culturales -la cueva y sus vestigios prehistóricos-, lo que dificulta llegar a un arreglo que satisfaga a todas las partes. El conflicto económico arranca con el recurso presentado por Zeleta contra el mencionado decreto de protección de la cueva. El Tribunal Superior desestimó este recurso y declaró en vigor la normativa. Sin embargo, se mantiene vivo otro recurso judicial de la misma sociedad por la eventual responsabilidad patrimonial de la Administración dadas las limitaciones de usos en el entorno de la cantera que impone dicho decreto. Este recurso se encuentra solo a falta de la votación de la sentencia.
Este fallo del Superior deberá determinar el alcance de la responsabilidad patrimonial y, en su caso, si la compañía tiene derecho a recibir una compensación económica por las mencionadas restricciones. La repercusión económica del decreto se encuentra entre los 24,2 millones que defiende la Administración vasca, que inicialmente plantea que no se admita la reclamación, y los 49,7 millones que pide la empresa.
La demanda presentada por Hormigones Zeleta incluye además otros conceptos indemnizatorios, denominados «extracostes», motivados por «los trastornos que se ocasionan con la normativa de protección» en las actividades de explotación. Tales costos derivan de la limitación de las cargas, la falta de espacio o la necesidad de utilizar técnicas especiales en la extracción, que Zeleta cuantifica en un total de 29,2 millones. El Ejecutivo considera que este es un cálculo «maximalista» y solo está dispuesto a asumirlo «en parte».
La responsabilidad patrimonial resultaría mayor en el caso de que el área de protección de la gruta se amplíe de 50 a 65 metros, como plantea la propuesta de modificación que ha elaborado el Ejecutivo, a la que se han presentado ya medio centenar de alegaciones. La Diputación guipuzcoana, por ejemplo, propone extender hasta 100 metros la prohibición de las extracciones.
Antes de adoptar ninguna decisión, el Gobierno aguarda a conocer el pronunciamiento del máximo tribunal vasco sobre el recurso relativo a la eventual responsabilidad patrimonial. No es previsible que firme el nuevo decreto antes de tener en la mano esta sentencia.
Urgell aseguró en una comparecencia en la Cámara el pasado mes de abril que su departamento va a buscar el «equilibrio» entre todos los intereses existentes, esto es, entre «la protección de la cueva y los derechos de explotación de la cantera». El viceconsejero, Antonio Rivera, afirmó ese día que este asunto resulta «un acertijo endiabladamente difícil de resolver».
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